sábado, 24 de septiembre de 2011

como se presenta la enfermedad

Algunos indicios que podrían llevarnos a pensar que un adolescente está presentando problemas psicológicos son:

-          La exposición y práctica de conductas de riesgo, como el consumo de alcohol, cigarrillos o drogas ilícitas, la práctica de relaciones sexuales sin protección, las frecuentes salidas a bares o clubes nocturnos mientras no es permitido por las autoridades, el exponerse a situaciones potencialmente peligrosas como el relacionarse con pandillas o con grupos violentos y la posesión de armas.
-           Los cambios drásticos en los hábitos de alimentación, que no van en la línea de hacer o no dietas para mantener un determinado peso, sino en la observación de atracones excesivos de comida, en el aumento del apetito de forma excesiva, en la suspensión o limitación de la alimentación a niveles extremos (como dietas de agua y fruta, por ejemplo). En este aspecto también debe considerarse como riesgo la realización excesiva de ejercicios y la ingesta de productos para perder peso.
-          Los cambios en las rutinas de sueño / vigilia del chico o chica, el dormir excesivamente (aunque es importante recordar que los adolescentes tienden a dormir por una gran cantidad de horas, por lo que se catalogaría excesivo el no salir de la cama en todo el día, por ejemplo) o el dormir muy poco o no dormir y quedarse rondando en casa durante la noche, o en el computador o viendo televisión (aquí también, ojo, que debe ser un patrón continuo, no conductas esporádicas).
-          La presencia o aparición de conductas o actitudes agresivas en casa con los padres, hermanos y demás familiares, en el colegio con compañeros y profesores o en el barrio o la comunidad. Por conductas y actitudes agresivas podemos entender la rebeldía excesiva, la violencia verbal, violencia física, violencia contra los animales, violencia psicológica con quienes están en desventaja, problemas con las autoridades o comisión de robos o crímenes.
-          La aparición de cortes, golpes o marcas en el cuerpo del adolescente que puedan parecer autoprovocadas.
-          La presencia de síntomas depresivos, como bajones en el estado de ánimo, sensación de desesperanza, desinterés por el colegio o por las actividades sociales y familiares, negativismo excesivo y en un extremo, manifestación de ideas suicidas.
-          Bajones marcados en el rendimiento académico que no pueden ser explicadas por la dificultad en el material de estudio o por el aumento de las responsabilidades escolares.
-          Poco interés en las relaciones sociales con los pares, por el establecimiento de grupos o camarillas de amigos, por el pertenecer a grupos de amigos.
-          Niveles elevados y claros de ansiedad ante las situaciones sociales con el consecuente retraimiento de las mismas.
-          Alto perfeccionismo y autoexigencia con los deberes escolares.